En tiempos en los que la eficiencia y la sostenibilidad son clave, el retrofit o retrofitting se posiciona como una solución ideal para aquellas empresas que desean modernizar o actualizar su maquinaria sin asumir los elevados costes que implica la compra de nuevos equipos.
Este método no solo prolonga la vida útil de las máquinas ya en uso, sino que también optimiza su rendimiento, mejora los estándares de seguridad y las hace compatibles con tecnologías más avanzadas.
El retrofitting consiste en actualizar componentes esenciales, integrar sistemas automatizados y aplicar software de última generación, lo que permite a las empresas seguir siendo competitivas y, sobre todo, adaptarse a las necesidades cambiantes del mercado.
¿Qué ventajas tiene el retrofitting?
La modernización o actualización de los equipos existentes posee un gran número de ventajas:
A nivel económico, es importante mencionar que el coste de una reconstrucción o adaptación es significativamente menor que el de una máquina industrial totalmente nueva. Además, el ROI (retorno de la inversión) se maximizará, ya que se evitará el problema de la depreciación de un activo nuevo.
Por último, otro factor importante es el aumento de la seguridad de los trabajadores, ya que, normalmente, la maquinaria antigua no tiene sistemas de seguridad actualizados.
Retrofittings y reconstrucciones para la Industria 4.0
El mayor reto de la maquinaria más antigua es la conectividad, es decir, su limitada capacidad de recopilar y analizar datos en tiempo real.
Por lo tanto, una consideración del retrofitting debe ser adaptar piezas de la máquina a la fabricación digital, también denominada Industria 4.0.
La digitalización de procesos productivos ya es un hecho y las máquinas inteligentes están mejorando la recopilación de datos y la toma de decisiones en todas las fases de la fabricación. Gracias a esta evolución tecnológica, podemos hablar de una mejor supervisión de las plantas de producción y un mantenimiento predictivo de la maquinaria.
Pero, teniendo todo esto en cuenta, la gran pregunta es: ¿Cómo pueden hacer las empresas del sector industrial para aprovechar sus equipos y la maquinaria antigua y adaptarlos de forma eficiente a esta renovación digital?
Actualmente, la mayoría de las plantas industriales están obsoletas y tienen dificultades para enfrentar la creciente digitalización. Es más, se estima que la media de antigüedad de los equipos ronda los 20 años, lo que significa que gran parte de las máquinas proviene de una era anterior al IIoT (Internet Industrial de las Cosas). Como resultado, aproximadamente el 85 % de las plantas industriales aún no están conectadas en red.
Aunque la sustitución de estas máquinas es una buena opción, muchas de ellas no han alcanzado su ciclo completo de amortización. Además, supone un gasto significativo e, incluso con los beneficios que ofrece la digitalización, rara vez se justifica la inversión en una planta industrial completamente nueva.
Aquí es donde el retrofitting se presenta como una solución clave, ya que este proceso es significativamente más económico y rápido que la renovación total de la maquinaria.
En conclusión, podemos decir que el valor real del retrofitting no está solo en la actualización de los equipos, sino en los servicios digitales que habilita, como la supervisión y optimización de plantas, el mantenimiento predictivo y el control remoto, ofreciendo a las empresas una ventaja competitiva importante en la era de la digitalización.
Estrategias para el éxito del retrofitting
Realizar este proceso con un enfoque adecuado es un punto clave para conseguir la máxima eficiencia posible.
En primer lugar, antes de iniciar el proceso de retrofitting, es crucial realizar un análisis detallado de las necesidades de la planta. Esto incluye identificar qué equipos necesitan actualización, cuál es el impacto de los fallos actuales y, por último, establecer objetivos claros como pueden ser: mejorar la productividad, reducir tiempos de inactividad o aumentar la eficiencia energética.
En segundo lugar, también puede ser útil realizar un diagnóstico exhaustivo del estado de la maquinaria existente para determinar qué componentes pueden ser reutilizados, cuáles deben ser reemplazados, y qué partes pueden beneficiarse más de la actualización. Este análisis es esencial para evitar gastos innecesarios y maximizar el uso de los recursos existentes.
Al realizar el retrofitting, es importante integrar tecnologías avanzadas, como el Internet Industrial de las Cosas (IIoT), sensores inteligentes o sistemas de control automatizados. Estas tecnologías mejoran la conectividad, permitiendo una gestión remota y un monitoreo continuo que logra optimizar el rendimiento.
Por otro lado, dado que el retrofitting es una inversión, es fundamental planificar adecuadamente el presupuesto. Esto incluye evaluar los costes de los componentes, la mano de obra y los posibles tiempos de inactividad durante la instalación, asegurando que el proceso sea rentable y dentro de los límites financieros.
Por último, después de completar el proceso, es esencial implementar un sistema de monitoreo para evaluar el desempeño de las nuevas tecnologías. Esto ayudará a identificar las áreas de mejora y garantizar que los objetivos iniciales se estén cumpliendo.
En conclusión, podemos decir que el retrofitting se ha consolidado como una solución estratégica y rentable para las empresas que buscan modernizar su maquinaria industrial sin tener que realizar grandes inversiones en equipos nuevos. Esta práctica no solo extiende la vida útil de las máquinas, sino que también optimiza su rendimiento y las prepara para los retos de la Industria 4.0. Además, se puede aplicar a máquinas de todo tipo, desde los equipos más sencillos hasta centros de mecanizado más complejos. Algunos de los ejemplos más comunes son: tornos, fresadoras, centros de mecanizado, hornos, CNC, plegadoras, máquinas de corte, máquinas de extrusión, líneas de envasado…
La técnica de retrofitting en i-mas
En el departamento de ingeniería de i-mas, utilizamos esta técnica tanto con clientes nuevos como, sobre todo, con clientes habituales.
Nos adaptamos a las necesidades específicas del proyecto. Esto puede implicar desde la actualización de máquinas hasta la incorporación de visión artificial en equipos que no la tenían, o la incorporación de un robot o manipulador automático.
Por otro lado, normalmente en casi todos los casos incorporamos también una actualización de software.
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