Al aplicar principios de psicología al diseño de producto, podemos desarrollar soluciones más intuitivas, atractivas y, sobre todo, que respondan mejor a las necesidades y expectativas de los usuarios.
¿Qué es el diseño para el comportamiento humano?
El diseño para el comportamiento humano consiste en aplicar conocimientos de psicología y ciencias del comportamiento al proceso de diseño de productos. El objetivo es comprender cómo los usuarios piensan, sienten y actúan para crear productos que se adapten mejor a sus patrones de comportamiento, que sean userfriendly y gratificantes.
Principios psicológicos aplicados al diseño de producto
Algunos de los principios más utilizados de la psicología en el diseño de productos incluyen:
1. Ley de Hick
La ley de Hick habla de que cuantas más opciones tiene una persona, más tiempo necesita para tomar una decisión. En diseño de productos, esto significa que ofrecer demasiadas funciones o características puede abrumar al usuario.
En las empresas de diseño de producto se suele aplicar este principio al simplificar las interfaces de los productos y enfocarse en las características más esenciales.
Por ejemplo, los electrodomésticos de última generación tienden a ofrecer controles intuitivos con menos botones o interfaces más claras, lo que facilita su uso, mejora la experiencia del usuario, reduce la frustración y los errores.
2. Teoría de la Gestalt
La teoría de la Gestalt, una idea de la psicología visual que explica que las personas tienden a ver los objetos como un todo completo en lugar de fijarse en cada una de sus partes por separado.
Este principio es muy útil en el diseño de productos industriales porque permite crear productos que se ven organizados y fáciles de entender con solo mirarlos.
Los diseños más efectivos utilizan técnicas como agrupar elementos similares colocándolos de manera que guíen a nuestros ojos sin esfuerzo. Así, interactuar con el producto se vuelve más natural y sencillo.
Un ejemplo de esto se puede ver en los diseños de envases o dispositivos tecnológicos, donde la organización visual y la jerarquía son fundamentales para una mejor experiencia de uso.
3. Sesgo de confirmación
El sesgo de confirmación es una tendencia psicológica en la que las personas buscan información que confirme sus creencias previas. Este principio puede influir en cómo los usuarios perciben y aceptan un producto nuevo. Si el producto coincide con lo que ya esperan o creen, lo más probable es que lo vean como algo confiable y atractivo.
Por ejemplo, muchas empresas que diseñan productos ecológicos o sostenibles usan colores suaves y materiales naturales porque saben que los usuarios asocian ese look «verde» con productos que cuidan el medio ambiente. ¡Y eso hace que los vean con mejores ojos desde el principio!
4. Feedback inmediato
Otro principio de la psicología aplicada al diseño es la importancia del feedback inmediato. Los seres humanos necesitan saber que sus acciones tienen un efecto visible o tangible en el entorno, lo que genera una sensación de control y confianza.
En el diseño de producto, proporcionar señales visuales o auditivas que confirmen la interacción con el producto es esencial para una experiencia de usuario positiva.
Por ejemplo, los coches eléctricos actuales emiten sonidos o luces cuando están en funcionamiento o cargándose, ya que, a diferencia de los vehículos de combustión, no hacen ruido y esto podría confundir al usuario si no hay un feedback claro de que el coche está activo.
Diseño centrado en el usuario: El futuro del Diseño de Productos
Cada vez más empresas de diseño de productos están priorizando un enfoque centrado en el usuario, aplicando principios de la psicología para entender mejor cómo pensamos y actuamos. Esto va más allá de hacer productos «fáciles de usar»; se trata de anticiparse a las necesidades, comportamientos y expectativas del usuario para diseñar soluciones que realmente conecten con ellos.